Ya que se acercan las fiestas de Sto. Domingo me gustaría traer al recuerdo que hasta el año 1992, Caleruega era el centro de novicios dominicos de España. Todo el que quería entrar en la Orden de los Dominicos debía pasar un año en Caleruega haciendo el noviciado. Quizá algunos antíguos novicios puedan escribir en el apartado de comentarios y dejarnos sus testimonios y experiencias de ese año, pero lo que sí que hay que reconocer es que para el pueblo en sí era toda una alegría: chicos jóvenes y dispuestos a hacer cosas, cantar en las misas, dar catequesis con actividades diversas para los niños, organizar excursiones... Daban mucha vida y juventud al pueblo y creo que todos los que somos treintañeros tenemos un buen recuerdo de los novicios.
Noviciado Caleruega 1983 Una vez terminado el año de noviciado en Caleruega, estos chavales comenzaban sus estudios de teología y filosofía en la universidad, mientras que otros abandonaban la orden por diversos motivos. Os dejo aquí un entrañable testimonio de uno de ellos, que hoy lo recuerda en su DE CALERUEGA A CASA.
Un recuerdo desde aquí a todos los novicios que pasaron por Caleruega
3 comentarios:
eeste mes de septiembre podremos ver a muchos de estos novicios que pasaron por nuestro pueblo y a otros muchos que se quedaron en el camino y no llegaron a ser novicios en caleruega para muchas personas que estudiaron en colegios dominicanos caleruega fue siempre un pueblo especial que llevan en el corazon.
espero que este reencuentro sea un gran acontecimiento para nuestro pueblo .
saludos de juan carlos pascual para ti jose luis y para mariano os dio catequesis en la parroquia cuando era novicio.
y gracias jose luis por esta weed
que nos mantiene mas cerca deñl pueblo
tomas martinez camara
En efecto, parece que se está organizando para finales de Septiembre un mega-encuentro de antiguos alumnos y novicios dominicos en Caleruega
Cuando se vaya acercado la fecha ya daremos cuenta de ello, aquí en el blog. Gracias por el avance.
Hola. Tuve el honor de ser novicio en Caleruega en el curso 78-79. Fue una grandiosa experiencia y uno de los mejores años de mi vida. Recuerdo especial a los que fueron mis compañeros, como Javier Rodríguez o Marcelino Benito, a los formadores Gredilla (DEP) y Olòriz, al entrañable hermano Serafín, un ángel entre fogones, y por supuesto al entrañable pueblo de Caleruega que guardo en mi corazón.
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